¿CUÁNDO VAMOS A VOLVER A LOS CINES?

10 claves para volver a los cines en la “desescalada”.

¿Alguien sabe cómo va a ser volver a los cines tras las fases de la “desescalada”? Me gusta ir al cine y, como a mí, a cerca de 30 millones de españoles que acuden a las salas con regularidad. Sin embargo, como ya ocurre con otras actividades, nadie tiene la respuesta. Exhibidores, distribuidores, productores y empresas auxiliares se miran unos a otros conscientes de que la evolución depende de sus propias decisiones.

No es fácil estar seguro de cuáles sean las adecuadas para volver a los cines en la desescalada.

En consecuencia, las respuestas hay que buscarlas a base de claves. Estas son las mías:

La recaudación en los cines venía creciendo hasta que llegó el coronavirus.

El negocio cinematográfico moderno se basa en la explotación de las obras a través de lo que se conocen como “ventanas”. Son un periodo de tiempo que transcurre entre el estreno de una película en diferentes formatos. La primera de ellas era la exhibición en salas de cine; transcurridas 16 semanas, la película estaba disponible en plataformas digitales (Video bajo demanda o VOD) o en formatos físicos para los hogares (DVD o Blu-ray). Entre 6 y 8 meses desde el estreno en cine, la película llegaba a los canales de televisión de pago y por fin, unos 2 años tras su estreno, a las televisiones en abierto.

La fórmula funcionaba. El número de espectadores de 2019 fue el mayor de la última década: Mas de 105 millones de entradas vendidas en nuestro país.

Así lo expusieron representantes de la industria a la Reina Leticia el pasado 29 de abril.

Los datos de los dos primeros meses de 2020 confirmaban la misma tendencia y animan a pensar que el público querrá volver a los cines.

Ir al cine es un icono de la normalidad
Photo by Yu-Shao Wu on Unsplash

El estreno directo en plataformas digitales podría ser una solución.

Sin embargo, en plena pandemia, una decisión de Universal Pictures ha tensionado el ambiente hasta el punto de que las dos cadenas de cines más importantes de Estados Unidos han declarado el boicot a los productos del estudio.

La gota que colmó el vaso fueron las declaraciones de Jeff Shell, máximo ejecutivo de NBC-Universal. Shell anunció que la compañía va a estrenar directamente en los dos formatos, salas y VOD, tan pronto termine el confinamiento,

La decisión ha surgido tras el éxito de “Trolls 2: gira mundial” una película de dibujos animados cuyo estreno en salas estaba previsto para el 10 de abril y que, debido al coronavirus, se cedió directamente para su exhibición en VOD por un precio de 19,99 dólares.

Se trata de una práctica que ya venía realizando Netflix con películas como “Roma” o “El irlandés” y que disgusta enormemente a los exhibidores. Lo cierto es que los espectadores estamos acostumbrados a valorar de forma diferente las películas que han sido exhibidas en una sala. Las cadenas de televisión condicionan su aportación a la producción al hecho de que la película se estrene en los cines. Además, para algunas industrias como la española, la exhibición en salas es un requisito para acceder a las subvenciones.

Para los defensores del estreno simultáneo, es el público quien debe decidir en qué formato quiere ver la película y eso exige facilitarlo. La inversión para la promoción de una obra cinematográfica es muy alta. El esfuerzo publicitario se diluye cuando transcurren 16 semanas hasta que el espectador, cuya preferencia sea el cine en casa, accede a la misma.

Los espectadores podrían decidir dónde y cómo ver una película.

Juan Carlos Tous, fundador y CEO de Filmin, considera que las ventanas deben ser flexibles y decidirse en función de los espectadores y las películas. Para Tous, es absurdo mantener en cartelera una película que ya no tiene público cuando su estreno en otras plataformas sería más atractivo.

Quienes defienden las ventanas, consideran que la experiencia de ver una película en una sala es algo más que el acceso a una historia: proporciona caché, da valor a un producto. El valor no sería el mismo si se accede a la obra desde un televisor, una Tablet o un teléfono móvil. Los creadores de las películas las realizan pensando en la gran pantalla. Para ellos, es esencial volver a los cines en la “desescalada”. El estreno simultáneo crearía una competencia desequilibrada y se perderían los importantes ingresos que llegan a la industria a través de la taquilla.

Veremos qué decisiones se toman. Por el momento, parece que Netflix no va a ser el único “apestado” desde la perspectiva de los exhibidores. Nuevos distribuidores se suman a su punto de vista, apostando por realizar algunos estrenos de forma simultánea en salas y VOD.

Algunos distribuidores han apostado por salas virtuales.

Las salas virtuales son otra propuesta interesante ya que permiten repartir los ingresos entre productores y exhibidores, ofreciendo películas online. Uno de estos casos es el de la sala virtual de cine creada por Adolfo Blanco, máximo responsable de “A contracorriente films”. En ella se han estrenado títulos como “Hasta que la boda nos separe”, «Especiales” o “Vivarium” durante la pandemia.

El cine es el entretenimiento más popular y asequible fuera del hogar.

¿Es rentable un cine con su capacidad limitada al 50%? El negocio de la exhibición es sumamente complejo. La fuerte competencia de otras formas de ocio ha exigido mucho de los empresarios que se dedican al mismo.

Las salas no pueden quedarse vacías
Claudia- Flickr Files

Se argumenta que el precio de la entrada es caro y mucho más el de las palomitas o refrescos, pero lo cierto es que las entradas son mucho más baratas que las de otros espectáculos como fútbol, toros o conciertos, y elevar el precio de las palomitas, refrescos y otros es práctica habitual en cualquier espectáculo público.

La percepción negativa está más relacionada con la errónea conclusión de que pagamos por ver una película cuando la realidad es que se trata de una experiencia completa.

Quizá, tras la pandemia, valoraremos esta experiencia de forma más adecuada para seguir considerando “ir al cine” como el entretenimiento más popular y asequible fuera del hogar.

Las decisiones que tomen los exhibidores van a ser fundamentales para volver a los cines.

Han superado ya muchas crisis que van desde la competencia desleal de la piratería hasta las tensiones que en ocasiones les generan desde la distribución. Fiel a ese espíritu de superación, la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España (FECE), representante del 80 % de los exhibidores españoles, ya ha publicado sus propuestas para volver a los cines, incluyendo un protocolo sanitario.

Los cines han hecho su propuesta para volver a los cines.

FECE considera que la re-apertura supondrá “un icono y un signo de la vuelta a la normalidad”. No les falta razón. El cine es una forma de evadirse de la realidad y superar situaciones de estrés como la que la sociedad padece ahora mismo.

Para que los cines vuelvan a cumplir ese papel será preciso que el gobierno atienda sus demandas de ayuda. Moratorias fiscales, fondos de rescate, ajustar los alquileres y otros costes al aforo real, así como los ERTES a las características del negocio.

La Federación propone 10 medidas en su protocolo de seguridad. Van desde la adquisición y uso de las entradas de forma digital hasta el establecimiento de barreras físicas. También incluyen las medidas de higiene recomendadas.

NAECE (Nueva Asociación de Exhibidores de Cine) solicita que la limitación del aforo no supere el 50% y que el retorno se realice con todo el territorio nacional en la misma fase de des-confinamiento.

¿Serían los autocines la solución?

Algunos profesionales han sugerido la transformación de algunos locales en “Auto-cines”. Podría parecer una solución ya que los auto-cines permiten, por su propia naturaleza, la distancia física que la situación actual exige.

Sin embargo, no es una apuesta tan sencilla. Tamara Istambul, cofundadora de Auto-cine Madrid RACE, manifiesta en una entrevista en www.cineytele.com que su apertura les costó cerca de 3 años. Por su parte, Carles Miralles, propietario del Auto-cine Drive-In Denia, considera que los Auto-cines no pueden sustituir a las salas.

Los Auto-cines mantienen la distancia física.
Álvaro Sanz-Flickr

Podemos imaginar los aparcamientos de algunos complejos cinematográficos convertidos en auto-cines, pero la realidad es que su funcionamiento no es fácil: la exhibición debe limitarse al horario nocturno, hay que construir barreras físicas para evitar el visionado desde fuera, instalar la recepción del sonido para la radio de los vehículos y un buen número de requisitos para un negocio que es claramente distinto.

La experiencia de ver una película en una sala es diferente a la de un auto-cine, tanto como disfrutarla en la pantalla de un televisor o de una Tablet.

Previsible concentración de estrenos en verano o en otoño.

No obstante, esa experiencia tiene mucho que ver con el contenido: acudimos al cine a ver una película concreta en función de nuestros gustos. El cierre de los cines ha dejado muchas películas que estaban a punto de estrenarse en una sala de espera que no resultará fácil descongestionar. En un primer momento habrá exceso de títulos y la gestión de éstos con los aforos reducidos exigirá renuncias.

La mayoría de los exhibidores querrán acceder a los títulos considerados más taquilleros: “Mulan”, “Wonder Woman 1984”, “Black Widow”, el último 007 o la española “Operación Camarón” son sólo algunas de ellas. En España, se estrenan 15 películas cada fin de semana y es lógico pensar en cierto efecto embudo con un exceso de títulos para el otoño.

Las soluciones sólo serán posibles desde un sector unido. Entre otras, se propone apoyar con publicidad los estrenos de quienes arriesguen en las primeras fases de la “desescalada” pues pueden encontrarse con las salas vacías a causa del miedo y de las estrictas medidas de distanciamiento que se han prescrito.

Los distribuidores reclaman un IVA superreducido que les permita rentabilizar el esfuerzo y la creación de un “hub” del audiovisual español que garantice la unidad.

No será fácil. Todos los sectores necesitan ingresos con urgencia, unos para no verse abocados al cierre definitivo, otros para seguir produciendo y generando negocio.

Es necesario reanudar los rodajes.

Esta situación puede aliviar el parón de los rodajes a nivel mundial, pero creará un conflicto de agendas de los principales artistas y técnicos tan pronto se reanude la producción. Sólo en España, 32 largometrajes han visto interrumpidos sus rodajes y hasta 300 obras audiovisuales adicionales de todo tipo están esperando continuar su realización.

Reiniciar los rodajes
Imagen de Stockpic en Pixabay

El público espera el regreso de sus héroes a las pantallas y la industria no quiere defraudarles. Especialmente, los fans de las series que han consumido una gran cantidad de contenido durante el confinamiento.

Un festival de cine global para unirlos a todos.

La última clave para entender cómo será volver a los cines en la “desescalada” está en los festivales cinematográficos. El de San Sebastián mantiene su convocatoria para las fechas habituales y tendrá lugar, en principio, entre el 18 y el 26 de septiembre; sin embargo, los encuentros previstos para los meses de marzo a julio que no han encontrado fechas alternativas, se han cancelado o transformado en eventos “online” confiando en que todo volverá a la normalidad para sus ediciones de 2021.

20 festivales de cine diferentes han creado un encuentro común. Bajo el título “We are one” permitirá aunar esfuerzos y proyectar durante 10 días, películas, documentales y otros de forma gratuita. Tendrá lugar desde el 29 de mayo y se pueden realizar donaciones que se destinarán a la organización mundial de la salud. Participan Cannes, Berlin, Venecia y hasta Tokio, entre otros.

Por fin, el Ministerio de Cultura presenta su plan de ayudas.

Por último, una propuesta de toda la industria es la de reclamar ayudas al gobierno tal y como ya se han dispuesto para otras.

El Ministerio de Cultura ha puesto a prueba la paciencia del sector, pero ha acabado aprobando un plan en el que se reconoce el especial impacto que esta crisis ha tenido para las industrias culturales.

Se disponen ayudas para el sector audiovisual. Incluye 20 millones de Euros en préstamos y sus costes que se facilitarán a través de la Sociedad de Garantía Recíproca.

Se amplían los plazos para el cumplimiento de las obligaciones a fin de acceder a las ayudas. Uno de los más importantes es considerar estrenos comerciales a los realizados directamente en plataformas digitales.

Se crea un fondo social para ayudas directas a las salas y se aumentan los beneficios fiscales para las inversiones en proyectos culturales.

Por último, se habilita la prestación por desempleo para los trabajadores de la industria que por su actividad intermitente carecían de ella.

El cine fue siempre cultura y entretenimiento. Amamos las historias y a quienes las interpretan, pero no deja de ser una industria que genera riqueza y empleo. Su futuro, ahora mismo, está en manos de los protagonistas de la industria.

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