Videojuegos de acción y aventura
Eduardo es un chico de 22 años que prepara en la universidad su futuro, hace deporte y le gustan los videojuegos de acción y aventura. Lleva dos semanas fastidiado con un dolor en la cadera que atribuye a un golpe jugando al fútbol. Decide ir al médico quien emite un terrible diagnóstico: El dolor de Edu tiene su origen en un linfoma de Hodgkin. Empezó ahí la dura lucha contra una enfermedad a la que, en algunos casos se vence, pero no va a ser el caso de Edu. Tras dos años y medio, con 24, el pasado 27 de mayo, Edu falleció.
Pasión por los videojuegos de acción y aventura
En sus últimos días, había comenzado una historia de esas que merecen destacarse:

He mencionado que a Edu le gustan los videojuegos de acción y aventura: Cuando el 9 de abril de 2020, los médicos le comunicaron tanto a él como a sus padres que no había solución, Edu aceptó con total resignación que estaba ante sus últimas semanas de vida y sus padres quisieron que fueran lo más agradables posible. Si la entereza de Edu era encomiable, la de sus padres resultaba heroica. Los caprichos de Edu fueron muy limitados: alguna comida favorita, visitar Los Molinos donde ha pasado muchas vacaciones de verano y un videojuego: “The last of us 2”. Le había gustado mucho la primera parte y quería intentar “pasarse” la segunda aventura.
Las fechas de estreno de los videojuegos no se alteran
El problema era que el juego no se empezaría a distribuir hasta finales de junio.
El padre de Eduardo no se lo pensó dos veces: escribió a Sony solicitando una copia anticipada o alguna solución, convencido de que muy probablemente, su hijo no llegaría a la fecha prevista de lanzamiento:“Imagino que mi petición es una solicitud extraña, pero me mueve únicamente el poder hacer feliz a mi hijo en sus últimos momentos. Pedirles de corazón me ayuden a ver cumplida esta pequeña demanda, a la vez tan grande para él”.
Sony PlayStation se pone las pilas
Lejos de eludir la respuesta, todo el equipo de Sony en España, con su directora general al frente y el departamento de márketing, buscaron complacer a Eduardo. Si no había forma de acceder al juego, intentarían cualquier otro detalle que ilusionara a Edu:

En un tiempo récord, especialmente valorable en medio del confinamiento, con la generosidad de los actores de doblaje de los protagonistas del juego, los técnicos y resto de personal, grabaron un clip que refleja la grandeza de quienes se implicaron y, en consecuencia, de la compañía para la que trabajan. Toda una joya para alguien a quien le gustan los videojuegos de acción y aventura.
Se lo hicieron llegar a la familia junto con una carta de ánimo que llegó el mismo día que Edu abandonaba este mundo.
El pasado 2 de julio, el clip ponía fin al funeral que se celebró por el eterno descanso de Edu y me impulsó a reconocer en este artículo el gesto de Sony Interactive Entertainment, titular del juego de acción y aventura «The last of us»
La ética empresarial nace de la ética de quienes las integran.
Las empresas son organizaciones que se crean para satisfacer determinadas necesidades generando valor. En el momento de crearse, se incorporan una serie de valores que constituyen la filosofía de la empresa. Parte de la misma está integrada por los códigos de ética y valores personales de quienes integran las empresas.

La industria del videojuego tiene una injusta mala fama que generan quienes la acusan de provocar adiciones perjudiciales en los adolescentes o de crear productos violentos o pornográficos.
Se le critica sin tener jamás en cuenta que es de las pocas industrias en nuestro país que creó su propio código de autorregulación . Además, advierte con transparencia de los daños que puede provocar el abuso.
Cuando se adquiere un videojuego, tenemos a nuestra disposición, de forma bien visible en el producto, información orientativa sobre la edad adecuada para su consumo y sobre el contenido del mismo.
A partir de ahí, es la responsabilidad de los padres de los menores de edad la que debe regular las horas que sus hijos utilizan un videojuego y los contenidos a los que acceden. Lo mismo que ocurre cuando llevamos a nuestros hijos al cine.
UNICEF destaca la labor de la industria del videojuego en materia de seguridad infantil.
Hace unos meses, un informe de UNICEF reconocía la labor de la industria europea del videojuego a favor de la seguridad infantil. A raíz del mismo, Simon Little, Director General de la Federación Europea de Software Interactivo (ISFE), destacó que “como industria, nuestra atención a la protección de los menores está en nuestro ADN. Las empresas europeas de videojuegos se esfuerzan constantemente por permitir que nuestros jóvenes jugadores disfruten en un entorno seguro, gracias a las herramientas de control parental y al sistema de calificación (PEGI) utilizado en 38 países de toda Europa”.

Durante la pandemia aumentó el uso de videojuegos.
AEVI, asociación que representa en España a esta industria, se hace eco del informe e incluye varias recomendaciones para usar las herramientas de control parental y el juego responsable.
En previsión del mayor uso de videojuegos durante la pandemia, la asociación publicó en su página web, diversos consejos “para apoyar a los padres durante la crisis del Covid-19”.
El reconocimiento de UNICEF valora el videojuego como entretenimiento, pero también la capacidad de enseñar, de conectar con amigos por todo el mundo, cuidando el interés del menor.
Los videojuegos aportan grandes beneficios a la sociedad y a jugadores de todas las edades. Simon Little lo destaca: «Es voluntad de la industria garantizar que las comunidades y los videojuegos sean seguros, agradables y experiencias positivas para todos”.
El gesto de compasión mostrado por Sony forma parte de una ética universal que garantiza estas experiencias.